lunes, septiembre 18, 2006

POR INERCIA...

Pensaba comenzar el apunte de hoy hablando nuevamente del conflicto creado por las palabras de Benedicto XVI sobre el islam, pero Zalabardo me llama la atención, brazo en alto y al grito de "¿dónde vas, Nicolás?", recordándome que en los dos apuntes anteriores ya hablaba de lo mismo. Tiene razón, pero es que se me había ocurrido un ejemplo, trasladado de un chiste, para reflexionar sobre la tolerancia. Es aquel en que uno decía: "Yo soy tan tolerante como el que más y soy capaz de matar a todo el que me lo discuta".
Pero tiene razón Zalabardo y es que en múltiples ocasiones actuamos por inercia sin planteárnoslo seriamente. A propósito, el comentario lingüístico de hoy trata de eso mismo, de la inercia, o mejor, del uso del término inercia. Otra vez echo mano de comunicadores, de gente de la radio, que es escuchada (e imitada, ¿cuántas veces lo he dicho ya?) por la gente común. Decía este locutor, y debió quedarse tan pancho: "Ha tenido que hacerse daño, porque ha caído con inercia". Y ahí está la expresión de hoy, caer con inercia, lo cual es por completo incorrecto.
Para asegurarme de no estar equivocado, consulté con un compañero, que me ratificó en mi creencia. Veamos el caso. María Moliner, en su diccionario, dice que inercia es el hecho de que el estado mecánico (reposo o movimiento) de un cuerpo se mantiene indefinidamente si no hay una causa externa que lo altere. Por su parte, Manuel Seco dice en el suyo que inercia es la propiedad de los cuerpos de continuar en el estado de reposo o de movimiento uniforme y rectilíneo en ausencia de una fuerza externa. El compañero de quien hablo, José Mª Bocanegra, me daba el mejor ejemplo que puedo traer aquí: si nos bajamos de un autobús que está en movimiento, tendemos a seguir moviéndonos hacia delante por causa de la inercia; y si nos encontramos en un autobús parado y, de pronto, se pone en movimiento, tendemos a irnos hacia atrás para mantener el estado de reposo, por causa de la inercia. Creo que lo he explicado bien. O sea, que algo sucede por inercia y no con inercia.
Claro, que la inercia de que yo hablaba al principio es el significado más común que el término ha ido ganando con el tiempo. Hacer algo por inercia es, también, hacerlo por rutina, por costumbre, por desidia.

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