jueves, diciembre 21, 2006

HASTA DENTRO DE UNOS DÍAS

Lo hemos decidido de mutuo acuerdo y tengo que decir que la iniciativa, se crea o no, ha partido de Zalabardo. Llevamos desde el mes de agosto, día a día (con escasísimas ausencias), dejando en las hojas de esta agenda nuestras impresiones sobre cuestiones diversas. Pues bien, digo que hemos acordado concedernos unos días de vacaciones. No muchos, solo los suficientes para reponer un poco las pilas. Eso de tener que buscar un tema cada día y procurar desarrollarlo de forma que no provoque tedio es en verdad algo complejo. Siento admiración y sana envidia (si la envidia pudiera ser sana) por aquellas personas que, como Manuel Alcántara, por citar un único ejemplo, están en la brecha día tras día, año tras año, sin dimitir de la tarea ni un solo instante y conservando la amenidad, la frescura y la eleegancia del primero de los artículos.
Para cerrar esta "etapa" he seleccionado dos ejemplos de El País de hoy. En uno asistimos a un caso de preocupación rigurosa (en su acepción de rígida) por utilizar las palabras para que digan lo que se quiere decir, pero de manera que la expresión quede suavizada. Los hechos son: a un capitán de la Legión se le destituye de su cargo y destino por protagonizar un incidente que sus superiores consideran grave. Hasta ahí, todo normal. Lo que choca es que al hacer pública la decisión lo que se dice es que dicho capitán ha cesado en su cargo y destino y que tal cese no es una sanción, puesto que al ser el suyo un cargo de libre designación lo que ha ocurrido es que ha sido removido por perder la confianza de sus superiores. Estupendo. Vamos a ver: cesar significa (lo dije otra vez) "dejar de desempeñar un empleo o cargo" por voluntad propia (dimisión) o por cumplirse el plazo para el que alguien fue nombrado (cese propiamente dicho). Remover, en su quinta acepción del DRAE, significa "deponer o apartar a alguien de su empleo o destino" y, si nos preocupamos de consultar su significado, veremos que deponer es "privar a alguien de su empleo, o degradarlo de los honores y dignidad que tenía", es decir, destituir. Vaya, que al capitán, por decirlo de forma castiza, le han dado puerta.
El segundo ejemplo nos permite observar lo contrario, o sea, un caso de descuido en el uso de términos que, aunque pudieran ser sinónimos, en realidad no lo son, y que no impiden la comprensión de la frase, pese a que, con propiedad, deberíamos haber utilizado una palabra diferente a la escogida. Habla la información que he elegido de que la editorial Edhasa ha cumplido seis décadas. Si fue fundada en la Navidad de 1946, en la Navidad de 2006 celebra, efectivamente, su 60º (sexagésimo, que no sesentavo) aniversario. Solo que esos sesenta años no constituyen seis décadas, sino seis decenios. Nos lo aclara el DPD: una y otra palabra designan "un periodo de diez años consecutivos"; con la diferencia de que el decenio son diez años cualesquiera, incluidos ambos, (1927-1936, 1714-1713, etc., pero no 1954-1964, que son once años) y una década es el conjunto de diez años referido a cada una de las decenas de un siglo (1961-1970, 1981-1990, etc., que serían, respectivamente, las décadas de los sesenta y de los ochenta).
Bueno, lo dicho al principio: unos días de descanso y aquí volvemos a encontrarnos, si alguien tiene la curiosidad, y, sobre todo, la amabilidad de mirar las anotaciones de esta agenda. Hasta la vuelta, feliz Navidad a todos.
Ah, esta noche, los profesores del instituto tenemos una cena de confraternización. Los que quieran (y puedan) acudir, que Pilar Quintana, Rocío y María Jesús (organizadoras, si no me equivoco) no obligan a nadie.

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