martes, diciembre 09, 2008

VÍCTORES Y PINTADAS


...tienen en sus cortezas
grabadas iniciales que son nombres
de enamorados, cifras que son fechas.
(Antonio Machado)

Hay quienes piensan que el víctor (o vítor) pertenece a la simbología franquista, cosa que no es verdad. En realidad, esa combinación de las seis letras de la palabra latina victor, vencedor, era la marca, en color rojo, que dejaban en las paredes de las antiguas universidades los estudiantes que alcanzaban el grado de doctor. Lo podemos ver en Salamanca, lo podemos ver en Baeza. En las columnas del patio del instituto en que yo estudié, que antes fue Universidad, aunque de rango menor, y que ahora acoge los estudios de enfermería, fisioterapia y empresariales, se pueden reconocer aún los grabados que en ellas dejaron quienes terminaban sus estudios.
En muchos pueblos, me recuerda Zalabardo, cuando aún existía el servicio militar obligatorio, había un lugar, generalmente un muro, donde cada reemplazo de mozos dejaba su impronta: ¡Vivan los quintos del 62!, por ejemplo. De siempre, ya lo vemos en los versos de Machado, los enamorados han dejado la manifestación de su pasión amorosa en forma de iniciales y fechas en la corteza de los árboles. Yo he tenido la dicha de pasear por esas riberas de las que el poeta habla y he visto los centenarios chopos con sus cortezas repletas de iniciales y fechas.
Pero en todos los casos que menciono se daba un elemento común: el soporte que acogía esas pintadas o grabados venía siempre determinado. Hoy, esto se ha desmadrado y ya no hay respeto por ningún muro, ni suelo ni escultura capaz de librarse de las pintadas. Algún soporte puede ser justificado, como la chimenea de una antigua y ya inexistente fundición malagueña que durante años ha servido para mostrar el amor que alguien sentía hacia Mónica. Y del mismo modo que los grafiteros no distinguen a la hora de escoger un soporte, tampoco se repara en el tipo de las pintadas. ¿Se habrá propuesto alguien hacer una clasificación temática de esta nueva muestra de decoración urbana, si se le puede dar tal nombre a la dichosa moda de emborronar las paredes de las ciudades?
Porque las hay para todos los gustos, según pudimos comprobar Zalabardo y yo paseando por las calles de Málaga. Las hay que encierran toda un declaración amorosa, como la que que ocupa uno de los bancos de los jardines que se abren junto a la calle Walt Whitman; dice, en una peculiar ortografía y reflejando la fonética malagueña: CANÍO TE KIERO. Otra, en la calle Pozos Dulces, es casi tan explícita como la anterior, aunque oculte el nombre de la persona destinataria del mensaje: ¿OYES LO MUCHO QUE TE KIERO? Por fin, una tercera, escrita sobre la pared de uno de los accesos que bajan desde el Pasillo de Santo Domingo hasta el cauce del río, recupera el estilo clásico: J y E 4-5-08.
Pero no todas son de esta naturaleza. Algunas, Málaga es ciudad cosmopolita, están redactadas en inglés: VANILLA ICE BY SAM, se lee sobre la boca cegada de uno de los pasos subterráneos de la Avenida de Andalucía. Y en la calle Pozos Dulces se puede contemplar un escueto OLD SCHOLL. Numerosas son también las reivindicativas, como la que dice: LIBERTAD PARA LOS PRESOS ANARQUISTAS o la que, en calle Cisneros, pide una ANDALUCÍA NACIÓN. Algunas son son todo un manifiesto; en la Plaza de la Merced podemos echar un rato de lectura con la que declara CONFORMISTAS VAIS A LLORAR LÁGRIMAS DE SANGRE. ESPAÑA SE ESTÁ QUEDANDO SIN ESPAÑOLES. Se supone por dónde va quien ha escrito esto. También vimos una que refleja algo de empanada ideológica, como la que, en la calle Segura, por detrás de El Corte Inglés, muestra un lacónico SKINGIRL acompañado de una cruz gamada, la hoz y el martillo y la A encerrada en un círculo.
Encontramos otras misteriosas: PG ES EL FUTURO. ¿A qué se podrá referir? Otra resulta hasta inquietante; está en la calle, creo que se llama así, Ministerio de la Vivienda y nos echa en la cara SOIS CARNE DE GULAG. ¿Y las surrealistas?: LOS ETARRAS COMEN EN MCDONALDS, se supone que escrita por alguien que prefiere el Burger King. Y en Pozos Dulces otra vez, esta calle está inundada de pintadas, hay una que podríamos llamar minimalista (no solo por la pequeñez de la letra con que está escrita, ya que hay que acercarse para leerla), y a la vez cínica: YO ME DEDICO A DAR POR CULO (A LA GENTE).
Pero, en este ámbito de transgresiones de todo tipo que suponen las pintadas callejeras, Zalabardo me pide que deje para el final la redactada sobre la puerta de una casa de la calle Marquesa de Moya, frente al teatro romano, que, una vez descifrada la complicada caligrafía y las abreviaturas utilizadas, nos dice: LA PAZ SEA CON VOSOTROS Y CON VUESTRO ESPÍRITU. El autor habrá jodido la puerta sobre la que escribe, aunque, al menos, expresa buenos sentimientos.

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