domingo, julio 30, 2017

VIAJE POR LA SIERRA DE FRANCIA. 1



Meandro de Melero

El viajero y el turista
            Han sido diez días correteando por los pueblos y caminos del Parque Natural de la Sierra de Francia. No creo necesario insistir sobre la diferencia que hay hacer turismo y viajar. Al turista lo corroen las prisas (una visita guiada a Ciudad Rodrigo dura, según la propaganda, entre hora y media y dos horas; nosotros dedicamos casi un día a disfrutarla). Sigue a pies juntillas los mandatos de internet o las guías turísticas (una señora, en La Alberca, decía a sus acompañantes: “poneos ahí, que google dice que en la esquina de las Ánimas se hacen fotos muy bonitas”). No deja monumento famoso sin ver ni tienda de regalos sin visitar. En fin, cumple un rito mil veces repetido.
            El viajero, aunque planifique su viaje, va sosegado, sin urgencias, dispuesto a dejarse sorprender y emocionar ante cualquier detalle inesperado; busca integrarse en los lugares por los que pasa, conversa con la gente, trata de conocer y entender sus costumbres y cultura, prueba sus comidas y bebe sus vinos. Se olvida de la tele, la radio y los periódicos. En suma, disfruta de una experiencia siempre nueva.
            Establecimos nuestro campamento base en Mogarraz, posiblemente la más hermosa población de la zona, aunque ninguna de ellas (Miranda del Castañar, Sequeros, San Martín del Castañar, Monforte de la Sierra, Casas del Conde…) desmerezca. Nos ha quedado, quizá, un regusto raro: ver que La Alberca o Ciudad Rodrigo van sucumbiendo al turismo desenfrenado y es triste ver la Plaza Mayor de estas ciudades, bellísimas las dos, invadidas por las mesas de los restaurantes y los puestos de recuerdos y productos varios. Una joven morena, guarda forestal que patrullaba en la Peña de Francia, nos decía con voz apenada: “Ustedes tienen suerte si están en Mogarraz”.
            Pero quedan aún muchos rincones a salvo, muchos caminos y montes en los que perderse o ver salir y ponerse el sol. Volvemos con los ojos llenos de imágenes de estos pueblos y sus senderos, de la Peña de Francia, del Camino del Agua, de los ribazos del río Francia, de Las Batuecas, del Meandro de Melero… Y en los oídos aún nos suenan las palabras de tanta gente, Luis Parras solo es uno de mucchos, con quien hemos departido y que nos han contado leyendas e historias. Sé que esas historias y leyendas se pueden encontrar en internet, pero no es igual oírlas de boca de quienes son sus dueños y protagonistas.
            Como siempre, Zalabardo me pide que le hable de lo que he visto y oído. Y yo, con placer, porque así revivo esos momentos, le cuento, en breves estampas, lo que he vivido porque nada vale lo que uno ha vivido si no lo comparte.

Calle de Mogarraz
Señales en el camino
Hablando con Luis Parras
Puente sobre Arroyo Milano
Mogarraz desde Monforte de la Sierra
Cueva de la Virgen Negra

Espadaña de la iglesia de San Martín del Castañar

Un alto en el Camino del Agua
¿Qué fruto es ese?
Anocheciendo en Monforte de la Sierra
El sol se levanta en dirección de Sequeros

Peña de Francia en la lejanía

Cigüeña en La Albarca

Camino del Agua
Río Francia entre Miranda y Mogarraz

Dintel de una vivienda de Mogarraz

Camino de Casas del Conde

Río Batuecas, junto al Monasterio de San José

Ensalada de limón serrano


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